Solsticio de invierno
En el hemisferio Norte, uno de los mitos religiosos más poderosos cuenta la historia de un hijo de Dios nacido de una virgen hacia fines del mes de diciembre (según el calendario gregoriano), adorado por tres reyes que siguen una estrella que venía del Este. Él enseña desde los 12 años de edad y es bautizado a los 30 años, antes de comenzar su misión de salvador del mundo. Él tiene 12 discípulos y realiza milagros. Luego muere crucificado y permanece en su tumba durante tres días antes de resucitar y subir al cielo. Este mito solar no sólo dio nacimiento a la religión que conocemos. En Egipto, jeroglíficos que datan de aproximadamente 5000 años cuentan del dios Horus nacido de la virgen Isis a fines del mes de diciembre. Su nacimiento fue marcado por la llegada de una estrella al Este. Tres reyes habían seguido esta estrella con el fin de encontrar al nuevo Salvador y cubrirlo de presentes. A la edad de 12 años, él ya enseña y a los 30 años, recibe el bautismo y comienza su reino. Horus tenía 12 discípulos con los cuales viajaba y realiza milagros tales como sanar a los enfermos y caminar sobre el agua. Era conocido con diversos nombres, tales como “la Verdad”, “la Luz”, “el Hijo ungido de Dios”, “el Buen Pastor”, “Cordero de Dios”, etc. Después de haber sido traicionado por Typhon, Horus fue crucificado y enterrado durante 3 días, luego él resucita.
Horus no es el único “dios pagano” que presenta tales características. Encontramos el mismo personaje mítico con otros nombres en otras culturas: Atys en Frigia, Krishna en India, Dionysos en Grecia, Mythra en Persia, Odin en Escandinavia, Baal en Fenicia, Indra en el Tibet, Adad en Asiria, Quetzalcoatl en México, Ixion y Quirinus en Roma, Prometeo en el Cáucaso… y otros, todos nacidos de una virgen en diciembre, saludados por un estrella al Este y tres reyes, bautizados a los 30 años, seguidos por 12 discípulos y habiendo hecho milagros… antes de morir en una cruz, permanecer 3 días en la tumba y resucitar.Y esta es también la historia de Jesús-Cristo. ¿De que se trata? Miremos lo que sucede en el cielo, en el mes de diciembre en el hemisferio Norte, entre las estrellas, las constelaciones y los signos del zodiaco. Una estrella aparece al Este, es Sirius, la más brillante. En el momento del solsticio, ella se alinea con 3 estrellas del Cinturón de Orión que son llamadas desde antaño “los tres reyes”. La línea que pasa por estas 4 estrellas apunta hacia el lugar del horizonte donde sale el sol. La “virgen” que da a luz es la constelación de la Virgen. Los días son los más cortos del año. Hace frío, cada vez hay menos luz. El sol que se dirige hacia el Sur, súbitamente parece detenerse durante tres días, y en ese momento se encuentra en las cercanías de la constelación de la Cruz del Sur – ¡el sol muere en la cruz! Luego él se desplaza finalmente de un grado hacia el Norte: ¡él ha resucitado! Podemos celebrar y regocijarnos pues pronto los días se volverán más largos, habrá más calor y luz, iremos al encuentro de la primavera. Los 12 discípulos representan las 12 constelaciones a través de las cuales el sol pasará a lo largo de todo el año, aportando la renovación, las flores y los frutos, las cosechas. Este mito solar fundador de casi todas las religiones del planeta se explica con mayor detalle en web site http://www.zeitgeistmovie.com/
La fecha del 25 de diciembre ha sido impuesta por las necesidades de un calendario primero religioso luego solamente mercantil, que no corresponde realmente a los hechos cósmicos. La fecha real del solsticio varia cada año. Los Antiguos tenían medios para determinar con precisión el día y la hora de este acontecimiento, por ejemplo, en los túmulos celtas, gracias a una abertura que sólo puede recibir los rayos del sol cuando ellos están orientados bajo un ángulo preciso.
Este año, el solsticio de invierno en el hemisferio Norte se producirá el 21 de diciembre a las 17 horas y 11 minutos en tiempo universal coordinado (UTC o GMT). En el hemisferio Sur, esta fecha corresponde al solsticio de verano, momento en el que los días son los más largos, a causa de la inclinación de 23°5 del eje de la Tierra. En todas las culturas, el momento del solsticio de invierno daba lugar en otro tiempo a fiestas y celebraciones de ritos- Yule, Lenaea, Saturnalia, etc. -que ahora están olvidados o camuflados detrás de fiestas de Navidad y de Año Nuevo.
Pero lo más importante, es volver a encontrar el sentido sagrado de este renacimiento de la luz y del Hijo solar que retoma su camino de retorno hacia el Padre.